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Cáncer de páncreas, un importante problema de salud
“En los últimos años se ha constatado que la incidencia del cáncer de páncreas está en aumento, y ello va sumado al hecho de que es uno de los tumores con menos avances en supervivencia en los últimos años. Por esto se considera hoy en día un problema de salud importante”, artículo sobre el cáncer de páncreas para EFEsalud de la investigadora Teresa Macarulla quien ve necesario que se destinen más recursos para conocer mejor este tumor letal
EPA/ALEXANDER KOERNER
La doctora es investigadora principal del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrino del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona, además de médica adjunta del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron.
Teresa Macarulla es miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO) y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Cáncer de páncreas, un importante problema de salud
Por Teresa Macarulla
El cáncer de páncreas se caracteriza por ser un tumor con una baja incidencia, constituyendo el octavo tumor en frecuencia diagnosticado en España, pero con una alta mortalidad.
En nuestro país cada año se diagnostican 6.760 pacientes con un cáncer de páncreas, y desgraciadamente 6.477 murieron por esta enfermedad en el año 2017, lo que lo sitúa como la cuarta causa de muerte por cáncer en nuestro país.
En los últimos años se ha constatado que su incidencia está en aumento, y ello va sumado al hecho de que es uno de los tumores con menos avances en supervivencia en los últimos años. Por esto se considera hoy en día un problema de salud importante.
En Estados Unidos se espera que sea la segunda causa de muerte por cáncer en el año 2030, solo después del cáncer de pulmón.
Todo ello apunta a la importancia de destinar recursos para la investigación en este tumor que en la actualidad presenta todavía un mal pronóstico.
La mediana de edad a la que aparece el cáncer de páncreas son los 65 años, y es igual de frecuente entre hombre y mujeres.
Diferentes factores han sido identificados como potenciales factores de riesgo de este tumor: una causa genética en el 10% de los pacientes, la diabetes de larga evolución, la pancreatitis crónica o el tabaco entre otras. No obstante, en muchos casos no se identifica la causa que ha ocasionado el tumor.
Otro de los factores que le confieren un mal pronóstico al cáncer de páncreas es el diagnóstico en estadios tardíos en la mayoría de los pacientes.
Solo un 20% de los casos serán candidatos a cirugía por ser un tumor localizado. En el 80% de los pacientes restantes la situación del tumor es demasiado avanzada para poder plantear una opción quirúrgica, que por otro lado es la única opción de tratamiento curativo en el cáncer de páncreas.
En los últimos años se ha intentado mejorar los resultados de dicha cirugía. Por un lado, se intenta que estos pacientes sean operados por cirujanos expertos, dada la complejidad de la intervención. Por otro, se sigue la tendencia de empezar a tratar al tumor con quimioterapia antes de plantear la opción quirúrgica, con el objetivo de reducir su tamaño y facilitar así el trabajo quirúrgico.
Tratamientos contra el cáncer de páncreas
En aquellos pacientes que tienen un tumor que no se puede operar, el abordaje actual es la quimioterapia.
Existen dos esquemas de quimioterapia que se pueden utilizar tras el diagnóstico de este tumor; un esquema con dos fármacos: gemcitabina y nab-paclitaxel, y el otro con tres fármacos: 5-fluorouracilo, oxaliplatino e irinotecán, conocido como régimen folfirinox.
Ambos han demostrado que son eficaces contra las células tumorales. El primero presenta un mejor perfil de efectos secundarios y el segundo más efectos tóxicos. Hay que seleccionar el mejor esquema para cada paciente.
Si el tumor se hace resistente a estos esquemas de tratamiento, se puede cambiar de fármacos. Las opciones con las que se puede tratar al paciente tras la evolución a la primera línea dependerán del tipo de quimioterapia que haya recibido el paciente, y también de cómo se encuentre el paciente y qué efectos secundarios haya presentado durante el tratamiento anterior.
De esta forma, si el paciente ha sido tratado inicialmente con una quimioterapia basada en gemcitabina, la opción es dar una quimioterapia basada en 5-fluorouracilo (NAL-IRI con 5-fluorouracilo u oxaliplatino con 5-fluorouracilo). En cambio, si el paciente ha sido tratado con folfirinox, la opción de segunda línea será una combinación de quimioterapia basada en gemcitabina.
Este año se ha publicado el resultado del estudio POLO. Este trabajo ha demostrado que aquellos pacientes con un cáncer de páncreas metastásico, portadores de una mutación germinal en los genes de BRCA 1 y BRCA2, tras un tratamiento de quimioterapia basada en platino, el tratamiento con un inhibidor del PARP, olaparib, les retrasa la evolución de la enfermedad.
La importancia de este avance es que el estudio POLO es el primer trabajo positivo con un biomarcador en cáncer de páncreas, y el primer estudio que demuestra el funcionamiento de la estrategia del mantenimiento en esta enfermedad.
Es evidente que existe la necesidad de encontrar nuevos tratamientos para luchar contra esta enfermedad, y para ello antes debemos profundizar más en el conocimiento del cáncer de páncreas.